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La Dama de Auxerre

    La Dama de Auxerre es una obra de arte del periodo griego arcaico (ss. VII-VI a.C.), que se encuentra en la actualidad en el Museo del Louvre, en el Departamento de Antigüedades griegas, etruscas y romanas.

    Como muchas obras de arte, toma su nombre de la ciudad en la que se encontró. Y entonces, como mis alumnos, os preguntaréis: ¿por qué estaba en una ciudad de Francia, si es una obra de arte de la Grecia arcaica?

   Probablemente fue esculpida en la isla de Eleuterna, en Creta, y no se sabe con exactitud cómo llegó esta obra a Francia; los primeros registros donde aparece su nombre se remontan al año 1895, cuando la Dama fue adquirida en una subasta de antigüedades en la pequeña localidad de Saint-Bris le Vineux, cerca de Auxerre. La subasta había sido organizada por una señora llamada Madame Bourgoin quien, habiendo enviudado recientemente, quería vender algunas de las antigüedades que había ido acumulando su marido, un artista parisino que se dedicaba a la escultura en madera.

  El comprador, Louis David, era conserje del teatro municipal de Auxerre, y allí tuvo a la Dama haciendo las funciones de elemento decorativo de algunas operetas. Del teatro pasó al museo municipal de Auxerre, y allí estuvo hasta que fue adquirida por el Louvre en 1907.

    Impresionante, ¿no?

    La Dama de Auxerre es una koré, que en griego significa «muchacha joven, doncella», y es uno de los nombres de la diosa Perséfone. Cuando estudiamos esta obra en clase, lo hacemos siempre contrastándola con su equivalente masculino en este periodo: el kouros, o figura de muchacho joven.

    Las figuras femeninas suelen ir vestidas, y las masculinas desnudas. Las koré (korai, en plural griego) suelen tener el mismo estilo de cabello, en forma de peluca, la ropa muy ceñida al cuerpo y un brazo levantado.

   La Dama pertenece al estilo de arte llamado «dedálico» (sí, como el constructor del Laberinto del Minotauro: Dédalo, padre de Ícaro). En el Canto XVIII de la Ilíada (vv. 590-592), Homero cita a Dédalo mientras describe el trabajo de Hefesto en su fragua, ese bello proceso en el que fabrica el escudo de Aquiles, a petición de Thetis:

«Y labraba en el escudo con perfección notable el Cojo ilustre un lugar de danza, semejante a aquel que en otro tiempo construyera Dédalo en la ancha Knossos para Ariadna la de las bellas trenzas». [El Cojo ilustre es Hefesto]

   Dédalo fue considerado como el padre de todos los artistas plásticos y, a principios del s. XX, se acuñó este término para referirse a las estatuas griegas del periodo arcaico.

     Los principios formales del arte dedálico se aprecian, sobre todo, en las obras de pequeño tamaño:

  • sistema axial ortogonal (¿Qué es esto?)
  • frontalidad
  • rostro enmarcado en un triángulo invertido
  • ojos almendrados
  • extremidades largas
  • expresión hierática

   La Dama de Auxerre es de pequeño tamaño: como en Internet todas las imágenes parecen tener las mismas dimensiones, es importante especificar las medidas de las obras. Esta estatua mide 65 cm (75 cm si contamos la peana), y aquí tenéis una fotografía a escala:

  Aunque tienen muchas semejanzas con las estatuas egipcias, las obras del periodo griego arcaico poseen cualidades propias que las alejan un poco del estilo egipcio, y las hacen incluso más avanzadas. Por ejemplo, las figuras egipcias no están completamente liberadas de la roca, mientras que las griegas están de pie, en una postura completamente libre. Y otro detalle muy interesante es que nunca hay huecos en las estatuas de piedra egipcias, por eso no se pueden considerar como obras escultóricas de bulto entero, sino más bien como un caso extremo de altorrelieve; las estatuas griegas arcaicas sí que muestran huecos, por ejemplo en la separación entre los brazos y el cuerpo. Los kouros (kouroi, en su plural griego), al estar desnudos, dejan ver también huecos entre las piernas, pero en el caso que nos ocupa, la larga falda de la Dama de Auxerre no nos deja ver sus extremidades inferiores.

   Las características principales de la Dama, según comentamos en clase, son:

  • peinado ordenado en superficies geométricas;
  • postura rígida, sin movimiento;
  • sonrisa hierática;
  • una especie de chal sobre los hombros, que se llama «epiblema»;
  • cinturón ancho que ciñe su cintura;
  • vestido largo;
  • parte inferior del vestido con decoración geométrica; y 
  • parte superior decorada con un estampado de escamas; 

    Lo que más les llama la atención a mis alumnos es, por este orden:

  1. La falta de proporcionalidad entre las manos (y los pies) y el resto de su cuerpo.
  2. Su misteriosa sonrisa.
  3. Ese pelo geométrico, que nos hace pensar en la Dama de Brassempouy.
  4. Lo apretado que lleva el cinturón 😊

    Y a ti, ¿qué es lo que más te llama la atención?

Bibliografía:

  • Janson, H.W. (1995): Historia general del arte. Vol. 1: El mundo antiguo, Madrid, Alianza.
  • Rolley, C. (1964): «Deux notes auxerroises. I. Le trépied d’Auxerre. II. La provenance de la dame d’Auxerre», en Bulletin de Correspondance Hellénique 88-2,  pp. 442-445.
  • Martinez, J.-L (2000): La Dame d’Auxerre, París, Collection Solo, nº 16.

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